Cada día, gracias a los trabajos de restauración llevados a
cabo en las iglesias de nuestra Región,
van apareciendo nuevos ejemplos de esta modalidad de retablos que se hallaban
ocultos bajo capas de gruesos enlucidos, bien por su natural deterioro o por
haber sido sustituidos en su funcionalidad por otros de talla, de mayor empaque
y riqueza. El equipo técnico de ASOARTE tuvo la suerte de descubrir casualmente
y poder recuperar el inédito retablo del altar mayor de la parroquia de San
Miguel Arcángel de Mula, olvidado tras siglos de haber permanecido oculto por
el desaparecido retablo en madera; pero también ha intervenido a lo largo de
varias campañas en la restauración de otros cuatro retablos, de distinta
magnitud, pertenecientes a la parroquia de San Andrés Apóstol de Mazarrón.
Quizás poco considerados, en cuanto a su valoración
artística, y muy poco estudiados, es momento de hablar un poco de ellos, por lo
que tienen de desconocidos para muchos amantes del arte y el patrimonio.
Los retablos pintados en trampantojo, arquitectura fingida o
ilusionismo arquitectónico fueron muy habituales, dignificando el espacio
sagrado, por tratarse del mejor recurso para abaratar costos y por su relativa rapidez
de ejecución frente a los retablos en
madera, incluso con anterioridad al impulso directo que este tipo de obra tuvo durante
el reinado de Carlos III, a través de la normativa de 25 de noviembre de 1777,
a raíz del gran incendio del Santuario de Covadonga, y que favoreció este tipo
de retablos sobre los de madera. Una nueva carta-orden de Carlos IV de 8 de
noviembre de 1791 renueva, tras el incendio de la cárcel de Madrid por un fuego
originado precisamente en el retablo de su capilla, lo dispuesto por su
predecesor Carlos III.
En nuestro anterior blog, por desgracia desaparecido de la
red, expusimos un largo artículo sobre el retablo de San Miguel de Mula, que
intentaremos recuperar y reproducir próximamente.
El aspecto inicial de la parroquia de San Miguel de Mula y, bajo estas líneas, tras su restauración y con la recuperación del retablo oculto.
Es una preciosidad!!!
ResponderEliminarlo conoces, Rosa? Pues merece la pena ser visto en directo.
ResponderEliminarL² son los afamados trampantojos, ¿no?
ResponderEliminarSi, Pascual, es un tipo de trampantojo.
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