A lo largo de varios años ASOARTE ha venido realizando
campañas para la recuperación de las pinturas murales de esta iglesia, entre
2005-6, iniciadas a partir de la rehabilitación integral de la misma.
Los principales problemas que presentan las pinturas murales
de San Andrés de Mazarrón, además de grietas y picados, en las zonas
correspondientes a los retablos además con grandes pérdidas producto de la
colocación sobre estos de retablos en madera, vienen derivados de la intensa
humedad por capilaridad de todos sus muros, algo que no parece posible
desterrar a pesar de los diferentes medios que se han empleado.
Nuestro trabajo ha consistido fundamentalmente en la
consolidación de los originales, que cobraron una intensidad cromática
espectacular, la eliminación de los numerosos restos de yesos sobrepuestos a
las pinturas y la reintegración de las miles de pequeñas faltas, rehaciendo con
tintas planas aquellas pérdidas mayores, siempre que tuviéramos suficientes
datos para ello, con el fin de dejar dignamente y perfectamente legibles unas
obras que han de cumplir una función devocional. Nos ha ayudado mucho en la
recuperación de volúmenes el hecho de que, aun habiendo perdido color, amplias
zonas conservaba el precioso dibujo original a grafito.
Aspecto inicial que presentaba el retablo del altar mayor.
Un detalle del estado de las pinturas en la capilla junto al presbiterio.
El pequeño retablo de la entrada (arriba) y el retablo de Santa Bárbara (abajo) al inicio de los trabajos.
Consolidación de las pinturas (arriba), eliminación de morteros sobrepuestos (abajo).
Descubierto lo que permanecía todavía tapado, pueden observarse los trazos de dibujo aflorando de la misma pintura (arriba). La regularización de la superficie, con el estucado y desestucado de las numerosas faltas, da paso a la reintegración de las carencias (abajo).
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