Restaurar abanicos pintados sobre papel, especialmente cuando se han arreglado previamente con cinta de celo adhesivo y han pasado un montón de años, no es nada fácil.
Eliminar el viejo "fixo" con su pegajoso pegamento es mucho más complicado que unir simplemente los fragmentos desgarrados, reforzados ahora con papel japonés, por su ph neutro, y adhesivo reversible y termofundible. Las manchas que este elemento envejecido deja sobre el delicado papel y sobre la pintura original son prácticamente imposibles de quitar por completo.
Aún así, creemos que han quedado bastante aceptables y al menos hemos salvado las piezas, interesantísimas como todo lo de Carpe.
Consejo para quienes tengan abanicos antiguos y estén desgarrados: NUNCA PEGAR CON CELO ADHESIVO, por favor¡¡
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