Tras los 23 años transcurridos desde la restauración integral de la imagen del Cristo del Refugio (s.XVI), en cada uno de
los cuales se han ido realizando revisiones y labores de conservación por parte
de los técnicos de ASOARTE, este año se ha visto la necesidad de una puesta a
punto mucho más intensa.
La mayor presión que soporta
esta talla es el desgaste de sus policromías sobre los insustituibles pies, producto del fervor de los
devotos.
Desgastes provocados por roces y fricción.
Pies reintegrados
Por otra parte, es inevitable que el polvo y la contaminación se
adhieran sobre el barniz protector, creando una leve película gris que, con
cierta periodicidad, hay que eliminar.
Junto a pequeños roces, algunas
alteraciones de tonos en las reintegraciones realizadas en aquella primera
restauración, normales tras el tiempo transcurrido, han podido ser eliminadas
gracias a la reversibilidad de los materiales empleados, procediendo a efectuar
una nueva reintegración con regattinos.
Zonas con alteraciones en las policromías.
Zona reintegrada con regattinos
La renovación del barniz
protector, que con el paso del tiempo también había ido perdiendo su función y
mostrando su irregularidad cubriente, pone el punto final a esta labor que
siempre resulta tan grata para el equipo de ASOARTE.
Como me sigue impresionando, tanto el trabajo del artista, como el vuestro por mantenerlo.
ResponderEliminarGracias, Candela. Tus palabras siempre alentadoras y amables. Un beso.
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