Cuando
afrontamos la intervención sobre el camarín, nos encontramos con un espacio
profundamente transformado. Los tonos sobre los muros poco o nada tenían que
ver con los que lo decoraron en origen y sobre las dos únicas cabezas de
ángeles conservadas, se había realizado un repintado completo (de la que no
vamos a hacer una comparación fácil con el Ecce Homo de Borja). La memoria de
los más ancianos del lugar hablaban de más ángeles y unas nubes que nada tenían
que ver con lo que se nos mostraba. De este modo afrontamos un primer
acercamiento a la obra, realizando catas para comprobar si aun permanecían,
aunque ocultas, esas decoraciones; por desgracia el resultado fue infructuoso y
únicamente pudimos recuperar, en bastante mal estado, lo que quedaba de
original en las que permanecían y la gama cromática del origen, con la que
hemos realizado la decoración.
Estado inicial de la zona superior y linterna.
Realización de las catas y estratigrafía.
Presencia del color original, un tono aguamarina intenso en la zona inferior, bajo varios estratos de color y enlucidos. En la zona superior y linterna apareció un intenso tono azul añil.
Sellado de numerosas grietas en grave peligro de desprendimientos.
La linterna una vez restaurada.
Estado inicial del ángel del lado izquierdo
Eliminación de los repintes y reintegración cromática.
Estado inicial del ángel de la derecha
Tras la eliminación de los repintes y su reintegración cromática.
Por suerte, miembros de la Corte de Honor de la Virgen de Belén localizaron un grabado antiguo, que nos ha servido de inspiración para recomponer, con nueva ejecución, algo similar a las decoraciones de antaño; sin pretender en ningún momento realizar un repristino sobre la obra, pero procurando que por tonos y formas quedaran integrados con los escasos originales.
La intervención se ha completado con la nueva iluminación led, realizada por el equipo técnico de AUVYCOM, que favorece la visión del conjunto.
Textos y fotos: Loreto López.
No hay comentarios:
Publicar un comentario