Teléfono de contacto 968 215957 / 605250863

miércoles, 17 de septiembre de 2014

RESTAURACIÓN DE CERÁMICA: JARRA GROTESCA DE ANDUJAR.




Imagen general del estado de la pieza a su entrada al taller.

Loza coloreada y vidriada. 3 piezas: base, jarra y tapa.
Medidas máximas 64,00 x 21,00 diámetro.
Origen: Andújar (Jaén)
Cronología: Segunda mitad s.XIX.
Espléndido ejemplar de las escasas piezas antiguas conservadas de cerámica grotesca de Andújar, cuya tradición alfarera se remonta al s.XVI. En el color se caracteriza por el uso del azul cobalto, como fundamental, unido a otros vivos tonos, amarillo, verde, rosa, etc.
La jarra grotesca (o grutesca) es la denominación de este tipo de objeto compuesto por varias piezas, generalmente una base en forma de gran cuenco, la jarra y su tapa,  siendo al parecer destinada a la conservación de una bebida dulce, con esencias aromáticas, típica de la zona. A lo largo del tiempo, esta jarra de varias asas, con abigarrada decoración de figuritas y flores, fue cobrando un significado muy peculiar, que la hace única, producto de la historia que a continuación relatamos.
Durante la Guerra de la Independencia Española, la batalla de Bailén (19 de julio de 1808) fue la primera e importante derrota del ejército napoleónico, en la que 21.000 soldados del ejército francés, con el general Dupont, fueron masacrados por las tropas del general Castaños, consiguiendo la retirada de los franceses de tierras andaluzas. La derrota francesa fue firmada en Andújar por los mandos militares de ambos ejércitos. Estos hechos inspiraron a los alfareros de Andújar, que empezaron a realizar el característico pito de caballista, como burla hacia la caballería francesa. Del mismo modo fue el origen de la transformación de estas jarras grotescas, colocando en el remate de la tapa un soldado francés, con su sombrero cónico y alas, como forma de representar los alfareros el espíritu de los difuntos soldados invasores.
Ejemplares de esta cerámica se pueden encontrar en el Museo de Artes Tradicionales y en el Museo Sorolla, ambos de Madrid.